El mundo está cambiando

Consideremos las siguientes tres fechas para que juntos podamos comprender qué está pasando y qué pasará de ahora en adelante, no solo en tu vida personal, sino en el mundo:

2012 – 2020 – 2050

¿Qué pasó en 2012?

Ese año finalizó la era de Piscis y comenzó la llamada era de Acuario.

La era de Piscis estaba regida por el pensamiento dual. En ella, los sistemas que gobernaban el mundo se basaban en el autoritarismo y el rigor, así como en las leyes darwinianas, que consideraban que la vida estaba determinada por la lucha, la competencia y la supervivencia del más apto.

Por el contrario, la era de Acuario invita a integrar, a tener un pensamiento más flexible, que se interroga y acepta las diferencias, y ayuda a comprender que todos somos UNO.

A partir del 2012 las estructuras que imponían doctrinas y formas de pensar como verdades absolutas comenzaron a caer. La ciencia, la religión, la política, la economía, entre otros ámbitos de pensamiento, empezaron a ser cuestionados y esto puso al descubierto la mentira de la verdad.

Cada día las noticias dan cuenta de los manejos corruptos y muestran los abusos de poder en distintas áreas; de este modo, lo que estaba oculto empieza a ser exhibido. La tecnología tiene un papel fundamental en este proceso, ya que hace posible la viralización de información a través de videos, fotos o audios de una conversación.

En esta época todo sucede más rápido, el tiempo está acelerado y los acontecimientos se precipitan de manera casi instantánea. Lo bueno, lo malo, la luz y la sombra son los protagonistas de cada día.

Esto no solo tiene lugar a nivel social o global, sino en la vida personal de todos nosotros. Cada ser humano es acorralado en su fuero íntimo y empujado a hacerse cargo de su vida, en consecuencia, ya no podrá postergar lo que tiene que resolver de sí, tendrá que enfrentar cualquier situación que esté atravesando y, al mismo tiempo, deberá tratar de integrar dicha situación a su experiencia cotidiana. Son tiempos de cambio.

Lo que estaba escrito para esta época bajo la expresión “final de los tiempos” es justamente eso: la imposibilidad de que las viejas estructuras de pensamiento puedan sostenerse en el ámbito colectivo o en el individual. El nuevo paradigma constituye una forma de pensar que nos impulsa a reconocer quiénes somos y dar cuenta de todo nuestro potencial.

Para que surja algo nuevo, lo viejo tiene que morir.

¿Qué es lo nuevo? A partir del 2020 surgirá un despertar masivo de conciencia, esto significa que los dones y talentos dormidos de cada ser humano comenzarán a renacer. Estos dones y talentos responden a los atributos de la “mente expandida”, también llamada “mente crística”.

Investigadores y científicos que difunden los nuevos descubrimientos —Bruce Lipton, Greg Braden, entre otros—, están hablando de esto. Incluso la ONU, preocupada por el cambio climático y otros problemas que atraviesa el planeta, la NASA o plataformas como Gaia.com, comparten evidencia científica al respecto. 

Los niños nacidos en los últimos años traen consigo esta información y, dado que ellos serán los adultos del mañana, es fundamental cambiar el sistema educativo tradicional implementando nuevas formas de evaluar los procesos de aprendizaje y asignar recursos para lograr adaptarse a lo nuevo.

Está escrito que en el 2050 se producirá el advenimiento de la nueva humanidad, en la cual las personas vivirán de acuerdo a los valores más elevados del ser para generar una masa crítica que conduzca a ello.

El porqué y el para qué

Ahora bien, ¿por qué sucede todo esto?, ¿para qué?

La palabra clave es “evolución”, que significa “salir a dar vueltas”. Es como si esa inteligencia creadora, a la que algunos llaman Dios, hubiera salido a dar vueltas, a pasear un ratito, y regresara con experiencias transformadoras.

El universo está en constante expansión, se extiende como una especie de latir en este proceso de cambio y transformación. De hecho, una de las leyes del universo sostiene que todo está en continuo movimiento, todo cambia; por este motivo, aunque nos quedemos quietos, nuestros átomos están serpenteando, apareciendo y desapareciendo, son campos dentro de campos.

Hablemos del origen

Imaginemos un punto original al que denominaremos “punto cero”, una energía inteligente que también es llamada Dios o el Ser.

Ese Ser que todo lo es y todo lo tiene sale para experimentarse, se extiende a sí mismo, se da a sí mismo (este es uno de los atributos de la energía llamada “amor”), y se manifiesta de múltiples formas. Por ende, cada manifestación creada por esa inteligencia poseerá los atributos de ese Ser original.

Habrás escuchado que estamos hechos a imagen y semejanza del Creador, entonces, ¿por qué no nos comportamos como tal? La respuesta es la siguiente: por ignorancia. El ser humano ignora que ignora y ese es un gran problema, porque, si al menos reconociera qué no sabe, iría tras eso y alcanzaría respuestas.

Lo que ignora el ser humano es su origen, su procedencia, su identidad. Ese es el gran problema que está en todo conflicto humano y, por esa misma razón, allí está la solución.

Tú no eres humano, ¿lo sabías?, estás viviendo una experiencia humana, que es distinto. De hecho, el proceso que atravesarás en estos tiempos tiene como objetivo trascender lo humano y vivir una experiencia divina, extraordinaria, que va más allá de los límites. Te sorprenderá.

La transición es el proceso que estará viviendo la humanidad en estos tiempos.